México no te dejes

Tuve la fortuna de pasar unos días de descanso en México. A pesar de la mala prensa y de la avalancha de titulares negativos que presentan al país azteca como un territorio sitiado por el crimen organizado, tomé la decisión de visitarlo. Después de haberlo conocido quedé con la mejor impresión de ese país y su gente, pude evidenciar como la mala prensa ha presentado una imagen equivocada y alejada de la realidad de ese gran país, y por eso decidí escribir esta columna.

¿Qué encontré en México? En primer lugar su capital, el D.F, una ciudad moderna, vibrante, abrumadora por su tamaño y por la presencia de cuánta multinacional se pueda pensar. Una ciudad multicéntrica, cultural, de vías amplias, edificios modernos, un sistema integrado de transporte económico y edificios coloniales bien preservados que hacen que el visitante se transporte a la época de la colonia con sólo caminar las calles del célebre Zócalo.

Conocí a Guadalajara una ciudad de alta calidad de vida, Querétaro y Puebla, ciudades representativas de la colonia por el sumo cuidado con el que han cuidado sus edificios y  calles. Encontré un pueblo alegre, optimista, apegado a sus tradiciones y con un profundo orgullo y amor por su país. Las imponentes banderas que ondean en sus diferentes ciudades, son prueba viva de ello.

Usualmente estas descripciones de México no se ven en los titulares de prensa de sus periódicos locales y de la prensa internacional. Como se ha vuelto una constante –infortunadamente- algunos sectores de la prensa apelan a las pasiones más bajas del ser humano para vender con éxito sus periódicos y noticias, cargados de amarillismo y mensajes negativos.

En Colombia hemos probado el sinsabor que deja la mala prensa; esa que simplifica y que convierte uno o varios sucesos negativos en una situación generalizada que lo único que logra es dejar una mancha indeleble en la imagen de un país y su gente frente al resto del mundo. 

Si bien es cierto que actualmente algunos estados de México, están viviendo una situación de violencia como son: Sinaloa, Chihuahua, Baja California y Guerrero, es necesario entender que la condición de estos territorios no es la misma de la mayoría de la República.

Juarez por ejemplo, ciudad del estado de Chihuahua y tristemente célebre por ser  una de las más violentas, constituye el 1.3% de la población total de México de 112 millones de habitantes. Como dicen los  profesores mexicanos Jorge Castañeda y Héctor Aguilar en su buen ensayo Regreso al futuro: “los horrores deben ser medidos también en proporción al tamaño del país” (Castañeda, Aguilar, 2010).

Además de pasar por alto las anteriores cifras que demuestran que la situación de violencia no se presenta en todo el país, la prensa nacional e internacional parece estar omitiendo que los homicidios anuales por cada 100.000 habitantes de ciudades como Querétaro, Aguascalientes, Guanajuato y Zacatecas se aproximan a los niveles de Estados Unidos, Chile y Portugal (Castañeda, Aguilar, 2010). Es verdad que en algunos lugares hay violencia, pero también se debe decir que en la mayor parte del país la situación es de calma y estabilidad. Por supuesto que la labor de la prensa es criticar y denunciar, sí, pero en contexto.

Adicional a lo anterior, tampoco se dice que actualmente México pasa por su mejor situación económica y que hoy tiene el mejor ingreso per capita de su historia: 13 mil 200 dólares. Olvidan mencionar algunos medios que la violencia en México está localizada en 6 de sus 32 estados, y que la tasa nacional de homicidios es de 10 por cada 100.000 habitantes, Venezuela tiene 48 y en Colombia tenemos 37. Pero no, lastimosamente lo que vende es toda noticia en donde se incluyan las palabras: violencia, narco y muertes. Parece que la esperanza y las noticias positivas sobre este país han dejado de interesar a algunos sectores de la prensa.

El Estado mexicano no está en jaque por parte del “narco” como se ha intentado presentar. Es una injusticia generalizar y mancillar la imagen de un país entero, por una serie de situaciones ocurridas en unos lugares específicos del territorio nacional. Urge que el Gobierno Federal mexicano refute con argumentos y cifras, las imágenes tergiversadas de México por parte de Hollywood y algunos sectores de la prensa.

Ojalá pueda volver a México, lo recomiendo. Sólo me resta decir desde la distancia, México no te dejes.  

Post Scriptum: Los colombianos seguimos esperando las coordenadas para la liberación de los secuestrados por parte de la FARC. El invierno no es excusa, lo que falta es voluntad.