EL RENACER DEL EJÉRCITO
Por: Federico Hoyos Salazar
06-V-08
El Ejército colombiano está pasando por su mejor momento. La cruenta batalla que ha venido luchando durante tantos años, está presentando resultados decisivos para dar a fin a la guerrilla, las bandas paramilitares insurgentes y el narcotráfico. Los recientes éxitos obtenidos, son la obra del trabajo conjunto entre el Ministerio de la defensa, los altos mandos militares, la información ciudadana y el heroísmo de cada uno de los soldados que entregan su vida diariamente en las selvas de la patria. Todo esto enmarcado bajo el plan de gobierno de la Seguridad democrática.
En su libro El choque de las civilizaciones, el célebre politólogo norteamericano Samuel P. Huntington expone las cuatro dimensiones que componen el potencial militar de una nación: cuantitativa –el número de hombres, armas y recursos–; tecnológica –eficacia y sofisticación del material –; organizativa –disciplina, entrenamiento, moral de las tropas y relaciones mando y control–; y social –capacidad y disposición de la sociedad para aplicar eficazmente la fuerza militar–.
En cuanto a la primera dimensión del potencial militar de una nación, Colombia ha mostrado un significativo incremento en el número de tropas desde 2002. En este año el país contaba con un pie de fuerza de 170.000 hombres, actualmente las FF.MM. están compuestas por 244.564 hombres. Con respecto al gasto de defensa, se estima que Colombia haya destinado entre 2001 y 2007 un promedio del 4,7% del PIB. Sin duda alguna, un gasto bastante alto con respecto al promedio latinoamericano, sin embargo necesario.
En el campo tecnológico militar Colombia también ha avanzado, la última compra de 13 aviones K-fir al gobierno de Israel y la repotenciación de 11 más es sólo un ejemplo de la preocupación del gobierno nacional por modernizar la institución. Adicionalmente a lo anterior, el gobierno ha fortalecido a la policía con motos, camionetas y armas al igual que a las brigadas móviles del ejército, que durante mucho tiempo lo único que tenían de móviles era el nombre, pues carecían de los instrumentos para poder actuar con eficacia. La inversión en el fortalecimiento militar debe continuar, sólo con los instrumentos adecuados será posible derrotar a los enemigos de la paz.
Además de los progresos en materia cuantitativa y económica, las Fuerzas militares también han mejorado en su organización. Las relaciones entre el mando y control son óptimas, la buena comunicación del ejecutivo con el ejército ha dado abundantes frutos, los servicios de inteligencia apoyados en la cooperación ciudadana que el gobierno tanto ha fomentado, han sido elementos vitales para la consolidación de los últimos golpes a las estructuras insurgentes, desde la muerte de Reyes hasta el doble triunfo en el caso de los mellizos. Con respecto al tema del entrenamiento de la tropa, vale la pena recordar que a diferencia de la mayoría de ejércitos vecinos, el nuestro es un ejército activo que se lleva fogueando más de cuarenta años en la guerra.
Por último, está la dimensión social. Aunque la sociedad civil ha respondido favorablemente a las actuaciones de las Fuerzas armadas en los últimos años del conflicto y además ha apoyado a la política de la Seguridad democrática del actual gobierno, el futuro de esta doctrina es incierto. Aunque las próximas elecciones presidenciales son lejanas, aún no se vislumbra con claridad un personaje comprometido con el programa de seguridad del gobierno, por el contrario abundan los detractores y enemigos de la doctrina resuelta a derrotar el terrorismo y el narcotráfico.
Como el fénix, nuestro ejército ha resucitado de las cenizas, no de forma milagrosa sino producto de la determinación de un gobierno. Sin duda alguna, nuestro potencial militar ha crecido y más importante aún, se ha consolidado. Los colombianos debemos mantenernos firmes en el apoyo a las instituciones en la lucha frontal contra todos los desestabilizadores de la paz. Hasta ahora hemos logrado mucho, lo importante es conservarlo.
Post Scriptum: Esperemos que todo el peso de la justicia caiga sobre los cobardes bandidos que intentaron quemar vivos a los policías en la Universidad de Neiva.
Por: Federico Hoyos Salazar
06-V-08
El Ejército colombiano está pasando por su mejor momento. La cruenta batalla que ha venido luchando durante tantos años, está presentando resultados decisivos para dar a fin a la guerrilla, las bandas paramilitares insurgentes y el narcotráfico. Los recientes éxitos obtenidos, son la obra del trabajo conjunto entre el Ministerio de la defensa, los altos mandos militares, la información ciudadana y el heroísmo de cada uno de los soldados que entregan su vida diariamente en las selvas de la patria. Todo esto enmarcado bajo el plan de gobierno de la Seguridad democrática.
En su libro El choque de las civilizaciones, el célebre politólogo norteamericano Samuel P. Huntington expone las cuatro dimensiones que componen el potencial militar de una nación: cuantitativa –el número de hombres, armas y recursos–; tecnológica –eficacia y sofisticación del material –; organizativa –disciplina, entrenamiento, moral de las tropas y relaciones mando y control–; y social –capacidad y disposición de la sociedad para aplicar eficazmente la fuerza militar–.
En cuanto a la primera dimensión del potencial militar de una nación, Colombia ha mostrado un significativo incremento en el número de tropas desde 2002. En este año el país contaba con un pie de fuerza de 170.000 hombres, actualmente las FF.MM. están compuestas por 244.564 hombres. Con respecto al gasto de defensa, se estima que Colombia haya destinado entre 2001 y 2007 un promedio del 4,7% del PIB. Sin duda alguna, un gasto bastante alto con respecto al promedio latinoamericano, sin embargo necesario.
En el campo tecnológico militar Colombia también ha avanzado, la última compra de 13 aviones K-fir al gobierno de Israel y la repotenciación de 11 más es sólo un ejemplo de la preocupación del gobierno nacional por modernizar la institución. Adicionalmente a lo anterior, el gobierno ha fortalecido a la policía con motos, camionetas y armas al igual que a las brigadas móviles del ejército, que durante mucho tiempo lo único que tenían de móviles era el nombre, pues carecían de los instrumentos para poder actuar con eficacia. La inversión en el fortalecimiento militar debe continuar, sólo con los instrumentos adecuados será posible derrotar a los enemigos de la paz.
Además de los progresos en materia cuantitativa y económica, las Fuerzas militares también han mejorado en su organización. Las relaciones entre el mando y control son óptimas, la buena comunicación del ejecutivo con el ejército ha dado abundantes frutos, los servicios de inteligencia apoyados en la cooperación ciudadana que el gobierno tanto ha fomentado, han sido elementos vitales para la consolidación de los últimos golpes a las estructuras insurgentes, desde la muerte de Reyes hasta el doble triunfo en el caso de los mellizos. Con respecto al tema del entrenamiento de la tropa, vale la pena recordar que a diferencia de la mayoría de ejércitos vecinos, el nuestro es un ejército activo que se lleva fogueando más de cuarenta años en la guerra.
Por último, está la dimensión social. Aunque la sociedad civil ha respondido favorablemente a las actuaciones de las Fuerzas armadas en los últimos años del conflicto y además ha apoyado a la política de la Seguridad democrática del actual gobierno, el futuro de esta doctrina es incierto. Aunque las próximas elecciones presidenciales son lejanas, aún no se vislumbra con claridad un personaje comprometido con el programa de seguridad del gobierno, por el contrario abundan los detractores y enemigos de la doctrina resuelta a derrotar el terrorismo y el narcotráfico.
Como el fénix, nuestro ejército ha resucitado de las cenizas, no de forma milagrosa sino producto de la determinación de un gobierno. Sin duda alguna, nuestro potencial militar ha crecido y más importante aún, se ha consolidado. Los colombianos debemos mantenernos firmes en el apoyo a las instituciones en la lucha frontal contra todos los desestabilizadores de la paz. Hasta ahora hemos logrado mucho, lo importante es conservarlo.
Post Scriptum: Esperemos que todo el peso de la justicia caiga sobre los cobardes bandidos que intentaron quemar vivos a los policías en la Universidad de Neiva.
4 comentarios:
Fede, las fuerzas militares han demostrado grandes resultados con respecto a los anteriores gobiernos conocidos; pero, pienso que tendriamos que ser mas críticos, sabemos que hay todavía muchos casos de falsos positivos; por otro lado... es un ejercito sin fuerzas de aire tierra (misiles) y los sueldos de los soldados regulares no llegan a un salario de clase media. a mi visión, desde muchos puntos de vista, falta crear un ejercito mas completo.
Importantisimo tema de la vida nacional que nos toca a todos.
Buena iniciativa del autor dada la importancia que mi juicio tiene que se hable del tema pues la falta de memoria genera el riesgo de que nos acostumbremos y asumamos que las fuerzas militares simplemente son "asi".
De que falta, falta; pero cuanto se ha avanzado?.Los colombianos debemos estar siempre vigilantes y atentos a cualquier situacion que amenace la continuidad del fortalecimiento de las instituciones encargadas de preservar el orden, un pilar fundamental del desarrollo economico.
(COMENTARIO SIN TILDES)
David, de acuerdo, falta mejorar en muchos aspectos. Con respecto a lo que Huntington describe como "potencial militar" considero que nuestro ejército cumple con varias de estas dimensiones, no todas y no al 100% pero si en mayor medida que -como tu dices-en gobiernos anteriores. No olvidemos el contexto de nuestra región, Colombia se encuentra mucho mejor preparado que la mayoría de los ejércitos vecinos. Aprecio tu comentario y aunque acuerdo en que se debe ser crítico con lo que falta por mejorar, también vale la pena resaltar que en los últimos 6 años hemos avanzado sustancialmente en esta materia.
Con respecto al comentario del profesor Viana, estoy de acuerdo en que no debemos descuidar el tema de la Institución militar, es un deber como colombianos de estar al tanto de la situación de nuestro ejército y adicionalmente de cooperar con el en la medida de nuestras capacidades.
Saludos
Federico, me parece que tus escritos son muy interesantes, ya sabes que no soy la persona mas indicada para hacer un comentario parcial, por que a veces pesa mas lo familiar, pero creo que estas dando en el clavo, por lo menos te estas atreviendo a escribir; la mayoria estamos en un estado de pasividad, y las cosas no pueden ser así, también es hora de ver lo bueno que tenemos, que también podemos (es más, creo) llegar a ser un pais importante para el mundo.
Claro que tenemos un ejercito mejor preparado que el de los vecinos, acá estariamos sobrados, sobretodo en lucha, lastima que tegamos 40 años de entrenamiento bélico, y estoy seguro que el presidente Chavez, por más aviones, por más baterias antiaereas, nunca podrá igualar la capacidad militar de nuestro ejercito.
Hablar de cifras para mi seria una mentira, pero si puedo hablar por los resultados que se ven, se oyen y se leen en las noticias, y es imposible negar que nuestro gobierno es el que más se ha acercado a acabar con las narcoguerrillas y los paramilitares, tampoco les tiembla la mano para mandar a unso delincuentes a pagar las penas a otro pais (no estoy muy deacuerdo con la extradición), pero es mejor que el problema se lo lleve otro y no que sigan delinquiendo aca en Colombia.
Bueno creo que es todo, solo resta decirte que me alegra por vos, que sigas con este ánimo y que nos sigas deleitando con estas columnas.
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