miércoles, 2 de diciembre de 2009

LAS CARAS DEL PODER


LAS CARAS DEL PODER

Por: Federico Hoyos Salazar

02.XII.09


Por medio de pinturas, dibujos y esculturas diferentes artistas han inmortalizado el nombre y los rasgos físicos de líderes que van desde Alejandro Magno hasta John F. Kennedy. El célebre fotógrafo inglés Platon, ha seguido el trabajo inmemorable de perpetuar a los gobernantes del globo por medio del lente de su cámara fotográfica. En el marco de la 64 Asamblea General de las Naciones Unidas, el artista inglés retrató los rostros de diferentes líderes mundiales para luego publicar su exposición denominada “Portraits of power” en la conocida revista The New Yorker. Su soberbio trabajo fotográfico es útil para la reflexión sobre el trabajo que cumplen los artistas y los medios para maquillar o revelar los rostros detrás de las máscaras del poder.


Cuenta el famoso fotógrafo Richard Avedon, que en una ocasión antes de fotografiar a Henry Kissinger, éste le pidió que “fuera bueno con él”. Impactado por esta inusual solicitud escribió después: “¿No es trivial y degradante, hace a alguien verse más sabio, noble (lo cual es fácil de hacer), o hasta más bello, cuando las cosas son en realidad más complicadas, contradictorias y por lo tanto fascinantes?” El artista tiene el poder de engañar al observador, de hacer ver la realidad de otra manera, de agrandar, embellecer, ennoblecer o degradar una escena o una persona, la pregunta clave es: ¿para que fin empleará el artista su talento?


Artistas y medios de comunicación han maquillado a personajes poderosos que han querido parecer benignos y virtuosos frente al ojo del observador. El artista y los medios pueden utilizar su talento y poder para tergiversar la realidad y hacer ver lo oscuro y cuestionable como luminoso y diáfano o, por el contrario para exponer al público las verdades y los detalles positivos y negativos que rodean a las figuras que ostentan el poder en nuestra sociedad.


Prefiero un gobernante franco que muestre sus fortalezas, defectos y debilidades que uno postizo adornado con un halo de virtuosidad creado por la mano habilidosa de unos pocos. Lo mínimo que merecemos las personas es conocer a nuestros gobernantes tal y como son, para este propósito es crucial contar con artistas y medios de comunicación sinceros y equilibrados que revelen las verdaderas caras del poder.


Post Scriptum: Se celebró esta semana el Día Mundial contra el SIDA. Infortundamente los medios le siguen gastando más tinta y tiempo a la gripa AH1N1 que a éste verdadero problema de salud mundial.


4 comentarios:

Unknown dijo...

Es en verdad un trabajo fascinante el que hizo el señor Platon para The New Yorker. Recorrí todas las fotos y escuché todos los audios con sincero interes y quedé gratamente sorprendido con el resultado.
Me gustaron sobre todo los retratos de Medvedev, Ilves y Zuma, creo que siguen la naturalidad que pretendía captar el fotografo, diferente a Gadaffi, Berlusconi y otros que posan con demasiada naturalidad. Tambien me gustó la incomodidad de algunos, como Uribe, Lula o Bachelet. Creo que confió más en los que se incomodad con la camara que los que no tienen dificultad en posar para ella.
Buen articulo Fede. Un saludo.

Federico Hoyos Salazar dijo...

Gracias Santi. El trabajo de Platon, me parece extraordinario, también disfruté mucho los audios. Por alguna razón también me gustan más los presidentes que se ven incómodos frente al lente. Me llamó mucho la atención la foto de Berlusconi, creo que es la que más dice sobre lo que es el personaje. Saludos.

Anónimo dijo...

Cualquier parecido con la realidad colombiana es pura coincidencia.

Fede, un saludo.

Juan M. Jllo.

Anónimo dijo...

Fede,

Interesante análisis, sobretodo cuando recuerdo la intervención que Lula hizo en la cumbre de UNASUR en Bariloche, acerca del infortunio de haber televisado dicho evento, ya que los jefes de estado hablaron a su pueblo propugnando por sus intereses en las encuestas de popularidad, pero no resolvieron el problema de fondo...

Un abrazo,
att: Juan Sebastián Marmolejo