miércoles, 23 de marzo de 2011

Occidente le habla a las dictaduras



Los dictadores del mundo entero deben tener sus ojos puestos en la intervención de Estados Unidos y de la OTAN en el país del dictador Gadaffi. El establecimiento de una zona de exclusión aérea y el bombardeo de blancos estratégicos en suelo libio, no sólo significa un apoyo de Occidente hacia los opositores del régimen de Gadaffi  sino a los opositores de las  dictaduras del mundo entero. El mensaje de Estados Unidos y la OTAN trasciende el suelo libio.

La Resolución 1973 de 2011 del Concejo de Seguridad de las Naciones Unidas establece en el punto 4, la autorización a los Países Miembros de tomar “todas las medidas necesarias” para proteger a los civiles de todas las amenazas de ataque. Adicionalmente, se establece una prohibición a todos los vuelos en cielo libio, excepto aquellos que tengan fines humanitarios.

La importancia de la citada Resolución radica en su enfoque de proteger a civiles de las amenazas de ataque de las fuerzas armadas leales al régimen dictatorial de Gadaffi. Dicho documento no habla de derrocar al dictador ni de imponer un nuevo gobierno democrático, sólo se limita a establecer una zona de exclusión aérea para así evitar que aviones de las fuerzas armadas leales al régimen ataquen desde el aire a los rebeldes.

El objetivo de la Resolución 1973 es generar condiciones equitativas de lucha entre los opositores de la dictadura y las fuerzas armadas libias. El gobierno americano ha aprendido de los errores cometidos en Irak y Afganistán, y por lo tanto no enviará tropas a suelo libio. No obstante, sí seguirá ocupando el agua y el aire con el objetivo de estrechar el escenario de la guerra para que sean las fuerzas opositoras a Gadaffi quienes se encarguen del trabajo sucio y el combate mano a mano contra las fuerzas leales al dictador.

 La ocupación del cielo y el mar libio es la primera fase para la derrota definitiva de Gaddafi. La segunda fase será el abastecimiento de armas y de inteligencia a las fuerzas rebeldes libias para que sean ellas quienes se encarguen de derrocar con sus propias manos al tirano y su régimen.

Esta segunda etapa puede ser semejante a lo hecho por el Presidente Reagan en los años 80 durante la Guerra Fría; proveer asistencia, entrenamiento, armas e inteligencia a los grupos rebeldes, para liberar sus países de la dictadura.

El mensaje de Estados Unidos y la OTAN se hace extensivo a las demás dictaduras del mundo. El apoyo hoy fue a la revolución en Libia, mañana puede ser a cualquier otra.

Post Scriptum: Mientras buscaba imágenes de Gadaffi para subir a mi blog, encontré fotos suyas con Obama, Sarkozy, Berlusconi y Gordon Brown. ¿Será que no sabían estos grandes líderes con quien se estaban reuniendo?

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