miércoles, 27 de febrero de 2008

SE VISLUMBRA LA BELIGERANCIA

SE VISLUMBRA LA BELIGERANCIA
Por: Federico Hoyos Salazar
06-II-08


La provocación del presidente Chávez no cesa. Cuando los colombianos pensábamos que lo habíamos oído todo por parte del primer mandatario venezolano, nos sorprende con sus últimas declaraciones en las cuales anunciaba que Venezuela limita en gran parte con las FARC y no con el Estado colombiano. Esta última declaración junto con la supuesta entrega de los tres ex congresistas secuestrados, tiene por fin, consolidar el proyecto de otorgarle el estatus de beligerancia a las FARC.

El estatuto de beligerancia es una situación atractiva si se tiene en cuenta que sus efectos atribuirían a las FARC una personalidad jurídica internacional, con la peor de las consecuencias, la presunción de legalidad internacional a todos sus actos.

Para que un grupo armado al margen del Estado obtenga la beligerancia debe cumplir tres requisitos, de acuerdo con el Derecho Internacional Público. El primero consiste en el dominio real y efectivo de una parte del territorio, en segundo lugar el grupo debe contar con la constitución de un aparato político y militar y finalmente debe aplicar las normas del Derecho Internacional Humanitario.

Las últimas declaraciones del Teniente Coronel se hacen a propósito del cumplimiento de la primera condición para el otorgamiento de la beligerancia. Las palabras de Chávez frente a sus mandos militares en pasados días, sobrepasaron los límites del descaro cuando anunció que, “las fuerzas insurgentes de Colombia tienen otro Estado, que tiene leyes que las aplican y que las hacen cumplir.” Con esta declaración la primera condición para la beligerancia empieza a tomar forma, el presidente de un país vecino postula que dentro del Estado constitucional colombiano existe un Sub-Estado, es decir que hay un territorio concreto controlado por fuerzas diferentes a las de la República de Colombia en donde existen leyes paralelas que se cumplen. Grave que un primer mandatario diga esto, no obstante, falso.

Actualmente la guerrilla se encuentra replegada en la selva, diezmada y en constante movimiento por la incesante persecución de las fuerzas armadas colombianas. A diferencia de la época del Caguán, en donde la guerrilla sí controlaba un vasto territorio, actualmente las FARC se esconden y huyen. Con respecto a las supuestas leyes de este grupo terrorista, es posible que las tengan y que sean impuestas por medio de la amenaza y los fusiles a campesinos inocentes.

En relación al segundo requisito de la beligerancia, es parcialmente cierto que las FARC posean un aparato político y militar. Es de público conocimiento que las FARC tienen un mando conjunto denominado el secretariado, sin embargo esta unidad viene tambaleándose con las últimas bajas que el ejército ha proporcionado como la reciente del “negro Acacio”. Este último hecho ha causado la desmovilización de casi una columna entera de rebeldes.

Finalmente, la última condición para la beligerancia, la más difícil de cumplir por parte de la guerrilla es la aplicación absoluta del Derecho Internacional Humanitario. Difícil de cumplir puesto que las atrocidades de esta organización terrorista son evidentes e inocultables; el secuestro, el reclutamiento de niños, el uso indiscriminado de minas antipersona, el narcotráfico y la extorsión, son sólo algunas de las herramientas utilizadas por las FARC para mantenerse en pie de lucha. Como estrategia para el cumplimiento de esta condición, se han venido dando paulatinamente liberaciones de secuestrados como la de Consuelo González y Clara Rojas. Además se han anunciado futuras liberaciones como la de los tres ex congresistas, Luis Eladio Pérez, Gloria Polanco y Orlando Beltrán. Con esto se apunta a crear la falsa imagen de que las FARC están cooperando con las exigencias de la comunidad internacional y el Derecho Internacional Humanitario.

El panorama es preocupante y ciertamente los recientes sucesos entre la coyuntura colombo venezolana no son coincidenciales. Los colombianos hemos sido testigos de lo que en apariencia ha sido una labor altruista por parte de la senadora Piedad Córdoba y el Presidente Hugo Chávez, no ha sido más que un intercambio de favores políticos con las FARC con miras a obtener un objetivo que es en este caso concreto el de la beligerancia.
Tampoco es coincidencia que las últimas afirmaciones de Chávez se dieran en el marco de la histórica y multitudinaria jornada de protesta en contra de las FARC. Al quedar explícito el pasado 4 de febrero que la guerrilla no cuenta con el más mínimo apoyo de los colombianos, el plan B de las FARC se ha puesto en marcha, obtener la beligerancia. No obstante, su objetivo principal sigue intacto, la toma del poder por medio de las armas. La diferencia es que ahora nuestro vecino -que posee un potente arsenal militar- se está poniendo a disposición cada vez más de su proyecto revolucionario, pues como dijo el mismo Chávez en pasados días: “el proyecto político de las FARC aquí es respetado.”

Por ahora, la estrategia de diplomacia y prudencia del gobierno debe continuar, los ciudadanos debemos oponernos al proyecto farco-bolivariano en una tónica respetuosa y pacífica esperando a que no llegue a pasar lo peor.

1 comentario:

Unknown dijo...

Estoy muy orgullosa de ti. Sigue con este proyecto, sera de mucha utlidad para todos y un modelo para todos los jovenes.