lunes, 10 de noviembre de 2008

LA VICTORIA DE OBAMA, UNA INVITACIÓN A LA POLÍTICA PARA LOS JOVENES


LA VICTORIA DE OBAMA, UNA INVITACIÓN A LA POLÍTICA PARA LOS JOVENES

Por: Federico Hoyos Salazar

10-XI-08


Son muchos los temas que pueden ser analizados a partir de la histórica victoria de Barack Obama en las contiendas electorales de Estados Unidos. Mucho se ha dicho sobre la maravilla que constituye el hecho de que un hombre de raza negra y apellido musulmán haya alcanzado un puesto en la oficina Oval, o también sobre las expectativas de un cambio en la política económica y exterior de los Estados Unidos con el triunfo de un demócrata. De acuerdo, es cierto y grandioso que un hombre negro hoy sea el presidente electo del país más influyente del mundo y también es indudable que su elección promete un cambio significativo en temas de política exterior y económica. Sin embargo, poco se ha dicho sobre lo que supone el triunfo de Obama para los jóvenes de todo el mundo.


El triunfo de Obama se le ha atribuido ha diferentes razones, algunos dicen que su éxito radicó en la genialidad de su campaña, otros dicen que fue la crisis económica el catalizador que lo impulsó hasta la presidencia y otros más dicen que gracias a su discurso fresco e innovador millones de personas no sólo en Estados Unidos sino en todo el mundo respaldaron al nuevo inquilino de la Casa Blanca. Nuevamente estoy de acuerdo con todas estas tesis, no obstante creo que lo sucedido el pasado 4 de noviembre de este año se debe a mucho más que una buena campaña o a unas condiciones económicas que sin duda beneficiaron al senador de Illinois pero que no fueron definitivas en su elección. La victoria de Barack Obama es el fruto de una ardua preparación académica y de su determinación y vocación por lo público. Independientemente de las posturas políticas de Obama que muchos podemos o no compartir, hay un hecho en su hoja de vida que llama mucho la atención y que creo es un ejemplo a seguir, en especial para las personas jóvenes: Su vocación por el servicio público. El hecho de que una persona con títulos universitarios de algunas de las más prestigiosas universidades americanas como lo son Columbia y Harvard se haya dedicado de lleno a la vida pública desde sus comienzos profesionales, llama inmensamente la atención pues, no es común que esto suceda. Obama pudo haber escogido el campo profesional privado antes que el público, seguramente muchas empresas y oficinas de abogados le habrían abierto las puertas a un joven de sus cualidades intelectuales y sin duda en estas habría podido amasar una fortuna, sin embargo escogió lo contrario, el trabajo social en principio y luego la política, sectores no idóneos para una persona que aspire enriquecerse.


La política demanda con urgencia personas preparadas con ideas nuevas y frescas que remuevan el nefasto estereotipo que se ha formado alrededor de esta. Barack Obama demostró con su victoria que es posible que personas jóvenes de diferentes razas, credos y posiciones políticas puedan ocupar el poder por medio de la vía democrática que sin duda es la otra gran ganadora en este histórico episodio. El “yes we can” que retumbó en Grant Park en Chicago el pasado 4 de noviembre es un grito que se extiende a todos los rincones de la tierra y que dice que los jóvenes sí podemos. Es digno de admirar y de imitar la vocación de Barack Obama hacia el servicio público, es loable que una persona entregue una vida entera de preparación académica al servicio de los demás, es una invitación que nace en la figura de este personaje y que nos exhorta a los universitarios a ocupar los puestos públicos de cada uno de nuestros países. Sí se puede, sí se pudo, las condiciones están dadas para que los jóvenes nos lancemos al ruedo de la política.


Post Scriptum: Así hubiera sido McCain, la realidad es que el Senado y la Cámara de representantes de Estados Unidos es demócrata y estos son finalmente los que deciden sobre temas como el TLC y el Plan Colombia. Seguramente Obama no será tan miope como para desconocer la importancia de estos convenios con Colombia, pero parece que Pelosi y otros cuantos sí.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

excelente, después la comentamos.

jahs dijo...

Conducir la mirada hacia esa confirmada exterioridad de la política (hoy día, la pre-ocupación por lo público) ciertamente es, tanto un reto, como un compromiso neccesario de toda aspiración a la visibilidad y la genuinidad ideológica. Buena reflexión, saludos.

Carlos Mario Montoya dijo...

Bien Fede, me parece que le metiste el diente a un tema de ciudad que vale la pena anlizar a fondo