lunes, 14 de septiembre de 2009

LAS GUERRAS POST 9/11



LAS GUERRAS POST 9/11

Por: Federico Hoyos Salazar

14-IX-09


Hace 3 días se cumplieron 8 años de los fatídicos atentados terroristas del 11 de septiembre. El recuerdo de este trágico día debe generar una profunda discusión sobre los logros, desaciertos y retos posteriores a esta fecha. La consecuencia de los atentados terroristas en el corazón de Manhattan fue el desencadenamiento de dos guerras simultáneas en Irak y Afganistán. Es necesario evaluar y discutir los alcances que ambas guerras han tenido para Estados Unidos y el mundo entero. Adicionalmente es conveniente analizar los retos que deben enfrentar las tropas americanas y de la OTAN en los años venideros de conflicto en el Medio Oriente.


El resultado más importante de las guerras en Irak y Afganistán es que desde hace 8 años, Estados Unidos no ha vuelto a sufrir ningún otro atentado terrorista. Esto no ha ocurrido debido a la inmensa presión que han sufrido el régimen Talibán y Al Qaeda después del inicio de la guerra. El solo hecho de que no se haya presentado un ataque posterior a los ocurridos el 11 de septiembre de 2001, es ya un resultado favorable para el pueblo americano y el mundo entero. Lo anterior no quiere decir que Estados Unidos haya triunfado, ni que la guerra ha terminado. La frágil memoria de algunos políticos y una gran porción de los ciudadanos americanos ha llevado a sugerir que las tropas sean retiradas de ambos territorios. Una cosa es que los ataques terroristas de estos grupos hayan sido neutralizados, otra cosa es que la intención de estas organizaciones de atacar a Estados Unidos y de propagar el Islam por el mundo entero por medio de la espada haya cambiado.


En su magistral obra, Democracy in America, Alexis de Tocqueville se preguntaba acerca de la capacidad que las sociedades democráticas tienen para alcanzar “grandes empresas”. Concluía que la falta de ideales grandes y el excesivo sentimiento romántico característico de nuestras sociedades impedían la consecución de grandes obras. Es cierto que mucho de lo ocurrido en Afganistán e Irak es reprochable, cualquier abuso de la fuerza, aquí o en las lejanas tierras de Oriente Medio debe ser conocido públicamente y sancionado. No obstante sugerir que las tropas sean retiradas es un desacierto por varias razones: Ninguno de los dos países tiene instituciones sólidas, sus fuerzas armadas son insuficientes y dependen en gran medida de la ayuda y capacitación extranjera, tanto Al Qaeda como el Talibán siguen vivos y al acecho, el repliegue de los talibanes hacia Pakistán, un país con armamento nuclear es una causa de suma preocupación no solo para los Estados Unidos sino para todas las naciones del mundo, Irán el país que separa ambas naciones sigue empeñado en continuar su programa nuclear y en hacer ejercicios de guerra con misiles de largo alcance además de no rechazar explícitamente a las ya mencionadas organizaciones terroristas. Finalmente hay que entender que los resultados de una guerra de tal magnitud no se verán al cabo de unos pocos años; el derrocamiento de sistema político y la implementación de otro requiere tiempo y persistencia.


Uno de los retos más difíciles que debe enfrentar la OTAN y el gobierno americano es el cambio de la mentalidad fundamentalista de algunos sectores de la población. Es importante recuperar el territorio ocupado por los Talibanes y Al Qaeda, establecer un sistema democrático y empoderar a los ciudadanos de ambas naciones y consolidar unas fuerzas armadas que puedan proveer protección a la sociedad de los extremistas islámicos, pero es más importante aún cambiar el radicalismo en las ideas. Mientras todo lo primero se logre pero lo segundo persista, es de esperarse que el problema se prolongue en el tiempo. Alcanzar lo segundo es un reto a largo plazo que puede ser logrado en parte, no en su totalidad por medio del establecimiento de un sistema democrático.


La presencia militar de Estados Unidos y la OTAN en Medio Oriente ha frenado la expansión del fundamentalismo islámico en occidente, se han evitado nuevos ataques terroristas en suelo americano y se ha derrocado a un régimen opresor y totalitario. Los retos siguen siendo muchos: el respeto por la población civil, la reconstrucción de las poblaciones asoladas por la guerra, la recuperación de los territorios controlados por organizaciones terroristas y la constitución de instituciones democráticas sólidas son solo algunos. El retiro de las tropas de estos territorios generará los efectos contrarios a los deseados, se dejarán a dos países en ruina y se abonará el terreno para que las organizaciones terroristas se recuperen y reestablezcan su poder.


Post Scriptum: Sólo el cinismo de Chávez le permite firmar un documento en donde se proponga a América Latina como “zona de paz” y luego ir la semana siguiente a comprar armas a Rusia.

2 comentarios:

Alba dijo...

Hola Fede:

Al fin he tenido un hueco para comentarte el artículo, nos han suspendido una clase y entro más tarde a la universidad. Veamos...

En primer lugar, en una parte del artículo dices: El solo hecho de que no se haya presentado un ataque posterior a los ocurridos el 11 de septiembre de 2001, es ya un resultado favorable para el pueblo americano y el mundo entero.
España y el Reino Unido que eran aliados de Bush cuando empezó la guerra de Irak sufrieron las consecuencias de su colaboración con los americanos. Los ataques terroristas de Al-Qaeda en Londres y Madrid, supongo que los recuerdas. Aquí en España provocaron el cambio de gobierno. El día 11 de marzo de 2003 es cuando estallaron las bombas en los trenes de varias estaciones de Madrid y el día 14 eran las elecciones. El PP salió muy perjudicado con estos actos terroristas porque Aznar, el líder del partido es el que había decidido enviar las tropas a Irak; así que desde entonces tenemos en el poder a los patanes del PSOE.

Estoy de acuerdo contigo cuando dices que mucho de lo que ha pasado en Irak y en Afganistán es reprochable. Es destacable mencionar que en Irak durante el régimen de Sadam Hussein se encontraba en una situación mucho mejor de la que se encuentra ahora. Sadam ciertamente era un dictador, pero habia estudiado en Francia, su mentalidad no puede decirse que era europea, pero sí algo más abierta que la de los fundamentalistas. Él sabia, no diré gobernar el país en aras del bien común o para lograr que sus "súbditos" vivieran bien (como diría Aristóteles), pero si controlarlo, mantener a los grupos de rebeldes callados, y conseguir que al menos los iraquíes pudieran caminar tranquilamente por las calles sin temer que un loco fundamentalista se inmolara y matara a las personas que habían salido al mercado a comprar. Cuando EEUU gana la guerra y derroca definitivamente a Sadam Hussein se produce la gran explosión. Muerto el dictador el país empieza a ser un caos. El Estado, las instituciones, como bien dices son débiles, tanto en Irak como en Afganistán. Los soldadaos extranjeros son vistos como el enemigo. El Estado pierde el monopolio de la fuerza física y el país se sumerge en una espiral de violencia imparable.

Es triste ver cómo países como Afganistán llevan 30 años de guerra perpetua, interminable. Desde 1979. La mayoría de a población no sabe, nunca ha experimentado la paz ni la seguridad. Afganistán no es un país codiciado, pero se ha hallado siempre en un lugar estratégico ideal para que las grandes potencias lo utilizaran como tapón de sus conflictos. Los británicos lo utilizaron para proteger su joya preciada del Imperio, la India. Los soviéticos hallaron en Afganistán la frontera perfecta para evitar el avance del Islam, etc. Sin embargo, ahora ya no es el país tapón para solucionar conflictos, ahora, los une.

Alba dijo...

Por otro lado, ¿hasta qué punto crees que es bueno establecer un sistema democrático en estos países? Sí que veo bien querer cambiar la mentalidad fundamentalista de la sociedad, pero yo creo que esto debería hacerse ganándose el respeto y la confianza tanto del pueblo iraquí como afgano. Y la única manera de conseguir que vean con buenos ojos la actuación de las fuerzas internacionales en su tierra es proporcionándoles seguridad y protección. El régimen político que debe instaurarse allí no sé si tiene que ser forzosamente la democracia. Visto con la mentalidad occidental, la democracia es el más alto valor, un valor casi intocable, EEUU se ha convertido en el máximo valedor de este sueño de instaurar la democracia en todo el mundo, pero ojo, tenemos que tener muy en cuenta que el régimen político debe estar acorde con la realidad socio-cultural existente en ese territorio y lo que no podemos hacer es imponer la democracia en un lugar donde nunca funcionará.

Con respecto a esta frase: El retiro de las tropas de estos territorios generará los efectos contrarios a los deseados, se dejarán a dos países en ruina y se abonará el terreno para que las organizaciones terroristas se recuperen y reestablezcan su poder. Estoy completamente de acuerdo con lo que dices. La intromisión de las fuerzas extranjeras ha alimentado el conflicto y la actuación de la OTAN en muchas ocasiones deja mucho que desear. Vinieron a la universidad unos soldados del ejército español que habían sido destinados a Afganistán y nos explicaban lo difícil que era trabajar con la OTAN. En ella hay soldados de infinidad de países del mundo, teniendo en cuenta que vienen de diferentes culturas y que tienen maneras de pensar y códigos de actuación en el ejército muy diferentes a los de los españoles. Por ejemplo, nos hablaban de soldado hindús. En cambio, decían que era mucho más fácil trabajar con Naciones Unidas, porque son países cercanos, tanto geográficamente como culturalmente.
A pesar de esto, creo que tienes razón al decir que si ahora las tropas internacionales se fueran dejarían al país sumido en el caos y sería el lugar idóneo para la formación y desarrollol de nuevos grupos terroristas.

Para que veas hasta qué punto se ha manipulado la historia en España. Se nos hace creer que Irak y Afganistán son conflictos diferentes. Irak se nos presenta como una guerra abierta y por eso se retiraron las tropas españolas de Irak, por el peligro que corrían los soldados en esa situación de guerra y tras el atenteado terrorista en Madrid. Se criminalizó al PP como culpable de que se hubiera producido aquel atentado por haber enviado tropas a Irak.
Sin embargo, nuestras tropas siguen estando en Afganistán, ¿puedes tu entenderlo? Se dice constantemente en los medios de comunicación que las tropas españolas estan allí en misión de paz y humanitaria; que en Afganistán ya no hay guerra. Pero, nuestro soldados mueren allí también, víctimas de los atentados suicidas de fundamentalistas islámicos que ven en los soldados extranjeros al enemigo que hay que combatir y eliminar.
Como consecuencia, mientras los soldados estaban en Irak hubo grandes movilizaciones sociales en contra de la guerra y la gente colgaba en los balcones pancartas de NO A LA GUERRA. Pero, ahora nadie dice nada mientras nuestros soldados siguen estando en Afganistán.

Bueno, creo que no tengo nada más que decir; en la mayoría estoy de acuerdo con lo que dices.