MENOS POBRES MÁS INDIGENTES

MENOS POBRES MÁS INDIGENTES

Por: Federico Hoyos Salazar

07-IX-09

A finales del mes pasado el grupo de expertos de la Misión para el Empalme de las Series Empleo, Pobreza y Desigualdad (MESEP) presentó los resultados de un estudio sobre la pobreza en Colombia. Las cifras presentadas son inquietantes y nada alentadoras. El resultado del estudio muestra que en Colombia el 46% de la población es pobre y el 17% vive en condiciones de indigencia. Lo anterior se traduce en que 20,5 millones de personas son pobres y 7,9 son indigentes. Disminuyó la pobreza en comparación con años anteriores pero aumentó la indigencia durante un lapso de 3 años de crecimiento económico promedio de 5,6% con un pico excepcional de 7,5% en 2007. Adicionalmente las mediciones del índice de Gini demuestran que Colombia es un país con mala distribución de la riqueza y poco desarrollo económico.

La definición de desarrollo que el actual Papa cita de su antecesor Pablo VI, en su última Encíclica Caritas in Veritate sobre desarrollo puede ser útil para examinar las anteriores cifras. Pablo VI definía desarrollo como el objetivo de erradicar el hambre, la miseria, las enfermedades endémicas y el analfabetismo. Desde el punto de vista económico significa la participación activa en condiciones de igualdad en el proceso económico internacional; desde el punto de vista social, significa la evolución hacia una sociedad solidaria y con un buen nivel de formación; desde el punto de vista político, la consolidación de regímenes democráticos que puedan asegurar la paz.

La condición de pobreza extrema supone que hay hambre entre la población que esté en estas condiciones; el índice de Gini de 0,59 que Colombia tiene actualmente, demuestra que la riqueza del país sigue estando mal distribuida puesto que entre más se acerque el número a 0 hay mayor igualdad y por el contrario entre más se acerque a 1 hay mayor desigualdad. El nivel de solidaridad del país es difícil de determinar, no obstante hay un factor que permite emitir un juicio al respecto. Durante 3 años consecutivos, de 2005 a 2008 Colombia tuvo un crecimiento promedio anual de 5,6%, durante este tiempo la pobreza extrema aumentó, esto deja dudas sobre la solidaridad de los más beneficiados con esta situación con los sectores más vulnerables de la sociedad. En palabras de Pablo VI, el desarrollo económico debe ser real y extensible para todos los miembros de la sociedad. Una de las conclusiones evidentes de las cifras del último estudio de pobreza en Colombia es que el crecimiento económico ha beneficiado a pocos y por lo tanto el desarrollo ha sido parcial.

Más que una crítica al Estado, las cifras sobre pobreza deben conducir a una reflexión por parte de todos los colombianos, la pobreza y la miseria es un problema que nos apela a todos. En la Encíclica el Papa dice: “las instituciones por sí solas no bastan, porque el desarrollo humano integral es ante todo vocación y, por tanto, comporta que se asuma libre y solidariamente responsabilidades por parte de todos” (Benedicto XVI, 2009: 12).

Una sociedad con menos pobres pero más indigentes no es una sociedad desarrollada económicamente, la lucha en contra de la pobreza, la miseria y la equidad es una lucha por la paz que debe ser asumida por todos y no solo por las instituciones del Estado. El voluntariado, la investigación académica sobres estos temas y la participación política activa son maneras de involucrarse en esta lucha, el problema está vigente nunca es tarde para actuar.

Post Scriptum: Como una estrella fue recibido Hugo Chávez en el festival de cine de Venecia hoy, gracias al documental-propaganda de Oliver Stone, South of the border. Increíble lo que la magia del cine puede hacer.