Dos matemáticos, una meta: alcanzar la presidencia de Colombia. La dupla Mockus-Fajardo es sin duda una movida estratégica y arriesgada en el tablero político pre-electoral colombiano. A primera vista y sin saber mucho aún de la alianza programática de los dos ex alcaldes se puede decir que dicha unión le apuesta al voto de opinión para llegar a la Casa de Nariño. La unión de los ex alcaldes tiene aspectos positivos algunos otros negativos y uno que otro cuestionable.
La labor primordial de un vicepresidente es la de reemplazar al presidente en caso de que falte por cualquier circunstancia. Por tal razón es fundamental que la fórmula vicepresidencial de un candidato a la presidencia sea una persona de alto perfil con las mismas, iguales o mejores cualidades académicas, personales y políticas de quien aspira a ser presidente. Sergio Fajardo es en este caso, la formula presidencial de mayor reconocimiento en la actual carrera política por ocupar la Casa de Nariño.
Es importante que a la figura del Vicepresidente se le otorgue el reconocimiento y la importancia necesaria, este cargo debe dejar de ser expresamente para llenar el puesto del presidente en foros internacionales y en misiones diplomáticas, un Vicepresidente debe dar mucho más y tener mayor protagonismo en la política nacional. Se puede esperar que Fajardo tome un papel más activo en la política colombiana si Mockus llegara a ser elegido presidente. Este aspecto es muy positivo debido a que dinamiza y le da fuerza a la discreta figura vicepresidencial colombiana.
En principio Mockus se fortalece al lado de Fajardo, ambos han ejercido administraciones exitosas como alcaldes con proyectos innovadores que han apuntado a la cultura ciudadana como eje de cambio social además de ser figuras políticas alejadas del partidismo tradicional colombiano y de todos sus vicios. El discurso compartido sobre la decencia y la transparencia política es llamativo y compartido por el grueso de la población, pero ¿será suficiente esto alcanzar la presidencia?
Ojalá la nueva dupla de académicos – y los demás candidatos- copiaran a Germán Vargas Lleras en cuanto a su claridad programática; una idea por cada tema coyuntural del país: vivienda, empleo, seguridad, salud, relaciones internacionales, etc. Ojalá además del buen y necesario discurso de decencia y transparencia política, Mockus y Fajardo le apuesten al discurso de la claridad y se alejen de la ambigüedad que caracterizó a Fajardo durante su campaña presidencial.
A pesar de lo innovador y refrescante que resulta tener a dos políticos-académicos aspirando a ocupar el solio presidencial colombiano, extraña que Fajardo quien había dicho ir por la presidencia hasta al final y sin cálculos políticos haya hecho una alianza que desdice de su discurso, puesto que, la unión con Mockus es un cálculo político, así se le quiera llamar de otra forma. Faltó coherencia pero claro está, la unión hace la fuerza.
Esperemos que la llave de matemáticos no sea sólo imagen, esperemos que su proyecto esté impregnado de una mezcla entre academia y pragmatismo político, esperemos que el discurso de Mockus se vuelva más claro y digerible, esperemos que el nuevo fenómeno de opinión presente de manera precisa cómo esperan imprimirle ética y cambio a la política colombiana. Con respeto recomendaría más prudencia y menos mesianismo de cambio político, el ejemplo de Obama aún está fresco, no lo olvidemos.
Post Scriptum: El gobierno entrante no debe permitir que el proceso de paz y de liberaciones de secuestrados se concentren en la figura de una sola persona.
4 comentarios:
Fede, tiempo sin comentarte, aunque te sigo leyendo. De nuevo, creo que estoy de acuerdo en lo que decís, la alianza Mockus-Fajardo es una movida inteligente por parte de ambos candidatos:mejora notablemente, hasta casi hacerla un hecho, la posibilidad de que Mockus pase a segunda vuelta y dá un respiro político a Fajardo y su proyecto político, que luego de las elecciones legislativas y su poca figuración en las encuestas, venía cogiando.
Finalmente, tenás razón en pedir mayor claridad, ni Mockus ni Fajardo parecen lograr conectarse con la gente del común. Su discurso es ambiguo y sus declaraciones de principios poco practicos, confunden al votante y nadie vota por quien lo confunde. Su opción(que es muy buena), es traducir el pragmatismo con que ven la politica a sus propuestas e intervenciones. Si logran hacer esto con coherencia y claridad, creo que no sería muy loco decir que pueden ser los proximos presidente y vicepresidente de la republica.
Fede, creo que por primera vez estoy de acuerdo con lo que escribe en su blog.
A mi no me gusta mucho Fajardo y por lo tanto no me gusta mucho esta unión. Sin embargo, sería muy positivo para el país que esta unión funcione y que Mockus tenga la opción de llegar a la presidencia.
Sólo le hago dos observaciones.
1. El programa de Vargas Lleras es muy bueno. Pero lo invito a que revise el de Pardo. (www.rafaelpardo.com) En mi opinión, sus propuestas son más completas y más estructuradas. Por ejemplo, Vargas Lleras no tiene propuestas para un tema tan importante como el de pensiones. Pardo sí. Al igual que Vargas Lleras, Pardo formuló sus propuestas con un equipo de académicos y expertos en distintos temas.
2. Al hablar de mesianismo, ¿no sería más pertinente hablar del caso de Uribe y no de Obama? No sólo porque estamos hablando de Colombia, sino también por la actitud de Uribe.
Gracias Ardila. Tiene razón no he revisado la propuesta de Pardo, es posible que sea muy buena también. Lo que me llama la atención de la de Vargas -sin ser mi santo de devoción- es la claridad y el orden de propuestas por cada tema, creo que es un ejemplo para los demás.
Me mantengo con el ejemplo de Obama puesto que fue él en su campaña en donde prometió un cambio rotundo que hasta ahora se ha visto parcialmente con la muy cuestionada reforma de salud. Más que hacer una crítica lo que intento hacer es un llamado a la prudencia, palabras cargadas de arrogancia como la última de Fajardo al decir que su programa y el de Mockus es "el mejor de la historia" me parece exagerado e innecesario.
Me alegro que logremos acordar en algunos temas. Un abrazo.
Interesante, me parece que das en el punto porque existe un grave riesgo de que la dupla Mockus-Fajardo se quede en imagen y no se pase a lo concreto, a los programas y al método de cambiar la política, recordemos las dificultades de Mockus para lograr mayorías en le Concejo de Bogotá, será que corremos el riesgo de tener 4 años de parálisis por las diferencias entre ejecutivo y legislativo?
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