La presente columna es un llamado a la reflexión y al diálogo, no a la polémica y la división. Las diversas reacciones del profesor Mockus y muchos de sus seguidores al conocer los resultados de la jornada democrática electoral no son convenientes. La legalidad democrática debe empezar por reconocer los resultados de la democracia y no por descalificarlos, esto ha empezado a generar una polarización innecesaria que lo único que logra es socavar el diálogo y herir el ejercicio democrático.
Los líderes de los partidos políticos deben ser los primeros en dar ejemplo de respeto a las decisiones de los tribunales y el ejercicio democrático. Los infortunados cánticos del profesor Mockus y sus seguidores, posterior a los resultados electorales de la primera vuelta electoral, le restan fuerza al buen y necesario concepto de la legalidad democrática que los seguidores del Partido Verde han presentado en la actual carrera presidencial. Es perjudicial para el debate nacional y ofensivo para quienes ejercimos el voto honestamente y a conciencia, las consignas “a mi no me pagaron por votar, yo estoy aquí por que quiero y no todo vale”. Pues bien, a mi al igual que a millones de colombianos tampoco me pagaron por votar y lo hice por que quise, adicionalmente, al igual que yo muchos tampoco creemos que “todo vale”.
Admiro profundamente la fuerza y el interés por los asuntos públicos que ha despertado en cientos de miles de personas el discurso de legalidad y respeto por los recursos públicos del profesor Mockus. Admiro también que millones de colombianos se hayan unido a la Ola Verde; una nueva fuerza política que busca el cambio de los deleznables vicios de la política y que rechaza enérgicamente el uso de todos los medios para obtener determinados fines políticos. No estoy de acuerdo, eso sí, con el discurso que insinúa que los que están del lado verde son los decentes y honestos y que los demás apoyamos el tradicionalismo político cargado de vicios.
La indignación de miles de ciudadanos se ha hecho explícita en los medios sociales alternativos (Facebook y Twitter) por los resultados de la jornada electoral. Es normal y comprensible sentir descontento cuando el candidato de nuestra preferencia no es el triunfador, una cosa distinta es cuestionar la elección de millones de colombianos que votamos libres de coacción y a conciencia. La democracia no sólo se debe aplaudir cuando otorga los resultados de nuestro gusto, la democracia limpia y bien ejercida debe ser respetada irrestrictamente sin importar los resultados.
Al igual que el profesor Mockus, también creo que “es posible alcanzar una democracia, activa, deliberativa y pacífica” como bien lo dijo en su discurso al cierre de la primera vuelta electoral. Considero que para alcanzar esta democracia ideal, no es conveniente descalificar y promover la división por medio de arengas apasionadas nutridas por el calor de una jornada electoral emocionante.
El debate político se gana proponiendo no dividiendo. Los días restantes para las elecciones de segunda vuelta son ideales para dar un ejemplo de debate con altura y juego limpio. Considero que los verdes han hecho una magnífica campaña que espero terminen, debatiendo e innovando como lo han hecho hasta ahora. No más propaganda negra, no más descalificación y división; unidad y respeto por la opinión ajena. Es momento de que los colombianos demostremos a algunas deterioradas democracias vecinas que en Colombia elegimos los ciudadanos con libertad y respeto por las ideas contrarias.
Post Scriptum: A pesar del apasionamiento por las elecciones, insisto, la amistad debe estar por encima de la política.
3 comentarios:
Hombre Federico, la amistad por encima de la política, claro que sí ¿acaso la política no es la relación amigo/enemigo?
Muy buena entrada, en la que tus comentarios también muestran un juego limpio. Supongo que en el fondo esto es lo que más me gusta de este blog: aunque se toquen siempre temas tan variados, que a veces pueden levantar heridas, el tono siempre es el un juego limpio que todos deberíamos jugar. Más aún en política, donde es muy fácil borrar con el codo lo que se escribe con la mano.
Hola Marcela, gracias. Intento fijar posiciones claras siendo respetuoso de las ajenas. Gracias por leer, un saludo.
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