miércoles, 18 de mayo de 2011

¿Pasaremos la página nuevamente?



Hace algunas semanas el Instituto Internacional para Estudios Estratégicos (IISS), publicó un estudio en donde se presentaban pruebas obtenidas en los computadores de Raúl Reyes, sobre la cooperación directa del Presidente venezolano Hugo Chávez con el  grupo terrorista de la FARC. Ante estas revelaciones, nuestra Canciller la Doctora María Ángela Holguín, se limitó a decir que Colombia, ya había pasado la página de los conflictos anteriores con Venezuela. Una tímida y cómoda salida diplomática. Algunos días después, el periódico alemán Die Welt, publica un artículo titulado “Irán planea instalar una base de misiles en Venezuela”. ¿Pasará la página  nuestra Cancillería nuevamente frente a esta denuncia?, ¿Seguiremos invitando al Presidente Chávez a nuestra Casa de Huéspedes en Cartagena sin demandar respuesta alguna por estos hechos?

El autor de “La historia de la Civilización”, el estadounidense Will Durant dijo alguna vez: “No decir nada, especialmente cuando se habla, es la mitad del arte de la diplomacia”. Ésta frase parece ser  la máxima de la Cancillería colombiana.

Las denuncias del diario Die Welt, revelan un plan de doble propósito por parte del eje Chávez-Ahmadinejad; por un lado, ocupar el patio trasero de Estados Unidos con armas de largo alcance que sirvan como disuasivos frente a  una posible acción americana en suelo iraní  y, por otro lado respaldar el proyecto expansionista del socialismo del siglo XXI con la fuerza.

Mientras países como Venezuela, Ecuador, Bolivia y Nicaragua pusieron el grito en el cielo por la presencia de personal norteamericano en bases militares colombianas y nuestras Cortes tumbaron dicho acuerdo estratégico de seguridad regional con Estados Unidos, nuestro actual  gobierno calla frente a la amenaza del expansionismo vecino.

Colombia necesita una política exterior clara y prudente pero firme, no un ministerio de recepción  de huéspedes y de relaciones públicas. La cortesía propia de la diplomacia no debe quitar la valentía al denunciar y pedir explicaciones públicas de las denuncias presentadas por entidades como el IISS o el periódico  Die Welt. La Cancillería debe acudir a organismos multilaterales como UNASUR, la OEA y el Concejo de Seguridad de las Naciones Unidas para que se examine, discuta y se adopten medidas reales frente a la supuesta complicidad de Venezuela y Ecuador con la FARC además de su oscura y amenazante relación con Irán. La Secretaría General de María Emma Mejía en UNASUR debe manifestarse liderando esta discusión a nivel regional.

La Cancillería colombiana no puede olvidar el  principio de política exterior del balance de poder, cuyo objetivo primordial es prevenir la dominación de otro Estado y preservar el orden mundial (Kissinger). Roosevelt decía que: “lo que una nación no es capaz de proteger con su propio poder, no podrá ser salvaguardado por la comunidad internacional”. Colombia debe acudir y hablar con más firmeza y claridad en los organismos multilaterales sin descuidar su fortalecimiento militar. En este momento la balanza está inclinada, es hora de estabilizarla.

Post Scriptum: Es momento de dar un gran debate a nivel  nacional en sectores políticos y académicos sobre la inseguridad en el país. No podemos esperar a que la situación empeore. 

No hay comentarios: