miércoles, 14 de mayo de 2008

REFLEXIONES SOBRE LA EXTRADICIÓN

REFLEXIONES SOBRE LA EXTRADICIÓN
Por: Federico Hoyos Salazar
14-V-08


La audaz decisión del gobierno nacional de extraditar a 14 jefes paramilitares a Estados Unidos ha conmocionado al país entero. Algunos sectores han dicho que este hecho dió fin al proceso de la para política, otros dijeron que la extradición de los cabecillas significaba al fracaso de la ley de Justicia y Paz y que además esta medida obstaculizará los procesos de verdad y reparación. Vale la pena examinar cada una de esta hipótesis.

Si bien es cierto que varios de los extraditados pueden aportar testimonios que ayuden a esclarecer los vínculos entre autodefensas y políticos, también es cierto que el hecho de que se encuentren en una prisión americana no les impide seguir hablando. En la edición del día de hoy, el periódico el Nuevo Siglo dice en una de sus cinco hipótesis sobre los móviles de la extradición, que al haber sido extraditados los jefes paramilitares, la antigua presión que la justicia colombiana ejercía sobre estos personajes por medio de la amenaza de la pérdida de beneficios de la ley de justicia y paz y de una posible extradición había desaparecido. En otras palabras, este diario plantea que los 14 extraditados ya no tienen mucho que perder y que por lo tanto no seguirán hablando desde las prisiones americanas. Contrario a lo que dice este periódico, es muy posible que estos personajes cooperen de una forma más efectiva desde Estados Unidos pues cualquier beneficio que se obtenga por parte de la justicia de este país acarrea una mayor importancia que los ofrecidos en Colombia, esto se debe a que ahora su situación es mucho más crítica que cuando estaban en su tierra gozando de algunas mieles que desaparecerán en las guandocas federales. Mejor dicho, si ahora quieren conseguir algo que haga menos tortuoso su calvario, se tienen que poner serios a hablar y a reparar.

Con respecto al supuesto fracaso de la ley de Justicia y Paz, vale aclarar que lo que fracasó no fue la ley sino el compromiso que los cabecillas paramilitares habían asumido frente al Estado. Al seguir delinquiendo desde las cárceles, ofreciendo verdades deformadas y eludiendo la reparación de sus víctimas a pesar de sus inmensas fortunas, podemos concluir que el destino de estos capos fue provocado por ellos mismos. A pesar de las recientes extradiciones, la ley seguirá operando con los miles de desmovilizados restantes y seguramente de una manera más efectiva debido al ejemplarizante castigo proporcionado a los patrones. Por lo tanto decir que la ley fracasó es equivocado.

Otro de los temas sobre los que se ha especulado mucho es el del futuro de la verdad y la reparación de las víctimas. En cuanto a la reparación es de público conocimiento que no se ha logrado mucho, los paramilitares detenidos no sólo han venido postergando la entrega de sus propiedades sino que además se han burlado de la justicia y las víctimas al reparar con bienes absurdos. De igual manera el Estado está comprometido a reparar a las personas que sufrieron el flagelo del paramilitarismo por medios como la extinción de dominio. Respecto al tema de la verdad vale la pena decir varias cosas: como ya se mencionó anteriormente, el hecho de que los jefes paramilitares se encuentren en Estados Unidos no imposibilita que sigan declarando, es pertinente subrayar que estos 14 personajes no son los poseedores de toda la verdad y por lo tanto el testimonio de muchos otros desmovilizados de menor rango puede ser más o igual de valioso, eso sí, menos sonoro para los medios de comunicación que se deleitan con nombres pintorescos como: Don Berna, Mancuso y Gordolindo, entre otros. La resoluta decisión del gobierno de extraditar masivamente, deja una claro mensaje para los que se quedan, es probable que en los próximos días las verdades de los ocho jefes paramilitares restantes en suelo colombiano al igual que el de muchos otros desmovilizados empiecen a brotar.

Para finalizar, llaman la atención las duras críticas de los opuestos a la extradición. Antes señalaban y decían que el gobierno era permisivo y alcahueta con los desmovilizados, ahora se indignan por que se les propinó un castigo severo. Qué ironía. Con las leyes no se juega, el que a pesar de las gabelas otorgadas de manera generosa sigue delinquiendo inescrupulosamente, paga. Esperemos que los desmovilizados restantes hayan entendido que le deben responder con eficacia a una sociedad golpeada y sedienta de verdad y justicia, representada por un gobierno resuelto y firme que no dudará en montar en más aviones a los que sigan en su juego burlón.


Post Scriptum: ¿Por qué están tan alebrestados el Teniente Coronel Chávez y el presidente Correa? Mientras el primero retoma su avalancha de improperios y declaraciones que insinúan la guerra con Colombia, el segundo recorre el Viejo Continente explicando cosas que nadie ha solicitado. Un adagio popular lee: “Explicación no pedida culpa manifiesta.” Ojala que Correa echara mano de vez en cuando de la sabiduría popular.

4 comentarios:

Unknown dijo...

1) Cualquier beneficio que ganen los líderes paramilitares por colaborar con el proceso en EUA, será precisamente por información y colaboración con respecto a ESE proceso, que es por narcotráfico, y no por masacres, asesinatos y demás actos cometidos en Colombia.

2) Naturalmente, el haber sido extraditados no impide que los líderes paramilitares hablan. Sin embargo, también es cierto que, ya no estando cobijados por los beneficios de la Ley de Justicia y Paz, es poco probable que estos sujetos hablen con verdad y reparen.

3) Simplificar la reparación a un hecho meramente económico me parece poco acertado; los desagravios van más allá de los recursos materiales.

4) Decir "yo mando 14 para allá, pues después los que se quedan hablan por miedo", además de arriesgado (puede que a la larga no hablen), implicaría un compromiso con una verdad a medias: habrán cosas que seguramente estos 14 líderes (algunos de los cuales son los máximos líderes del paramilitarismo en Colombia) son los únicos en saber.

5) Un comentario más de forma que de fondo: "Salvatore Mancuso" no es un alias; es el nombre de pila de este jefe paramilitar. No entiendo, entonces, el por qué de su enumeración, junto con "Don Berna" y "Gordolindo" en una lista de nombres pintorescos que gustan a la prensa.

6) Considero que la permisividad y la alcahuetería es más visible en haber mandado a estos jefes paramilitares a EUA a pagar por narcotráfico y no por los crimenes verdaderamente importantes.

7) Otro comentario sobre la forma: El "explicatio non petita, acusatio manifesta" no es un adagio popular; una descripción más acertada sería "adagio latino".

Federico Hoyos Salazar dijo...

Gracias por los comentarios.

1. Cito al presidente: " los acuerdos de cooperación judicial con los EU facilitan el intercambio de pruebas y la practica en ese país por parte de las autoridades colombianas."

2. El resentimiento que la extradición ha generado en estos personajes no sólo puede hacer que hablen más sino que hablen más mentiras, eso me parece un riesgo. Pero sólo con el tiempo veremos las consecuencias.

Con respecto a la reparación, puede que ellos no la hagan directamente pero si el Estado por medio de la extinción de dominio de los bienes de estos señores. Véase el caso de macaco que al ser extraditado ha aumentado el monto de dinero para reparar debido a la acción del Estado en la extinción de sus bienes.

3. Yo nunca he dicho que una reparación económica pueda colmar de ninguna manera el dolor de las víctimas, claro que los desagravios van más allá de los recursos materiales, de acuerdo.

4. Yo pienso que es equivocado decir que el gobierno hizo esto para infundirles miedo a los demás. La extradición tiene un mensaje adjunto: el que no cumpla, paga. Puede que haya cosas que sólo los extraditados sepan puede que no... yo sólo lo planteo como una posibilidad y creo que ud también. Ambos especulamos.

5.Cuando hablo de nomnbres pintorescos no me refiero sólo a los alias sino al peso o a la sonoridad de sus nombres. Pero bueno eso es irrelevante.

6. Yo considero lo contrario. Sea por narcotráfico o por lo demás, la realidad es que están pagando una pena bajo unas condiciones muy severas.

7. Tiene razón, es un adagio latino, no sabía, hasta ahora sólo conocía su traducción al español. No obstante el que sea latino no quiere decir que no sea popular.

Federico Hoyos Salazar dijo...

Otra cosa con respecto al cometario 6. Yo no se si para usted el narcotráfico no sea un delito "verdaderamente importante" pero la realidad es que ha sido esta práctica la que ha alimentado la violencia en Colombia durante años. Al condenar por narcotráfico se llega a la raiz del asunto. Vuelvo y repito, el hecho de estar en una prisión de EU con todas sus consecuencias, hace que de alguna manera también se pague por las mascres y demás atropellos. Otra cosa, acuérdese que la CPI viene en camino, y seguramente si salen vivos de las cárceles gringas, luego la CPI les caiga por el resto de sus desmanes.

Unknown dijo...

No es que no considere al narcotráfico un delito importante, sólo que al ponerlo en una balanza frente al asesinato, a la desaparación, al desplazamiento y demás crimenes, creo que pesan más los segundos, y por mucho.

Los paramilitares, antes que por narcotráfico, deben pagar por los delitos ya mencionados.

Cómo el gobierno colombiano fue incapaz de hacerlos pagar por eso (creo que por eso los mandaron a EUA), y cómo los líderes paramilitares no deseaban hacerlo ni cooperaban para hacerlo (creo que por eso el gobierno dice que los mandaron a EUA), es una cuestión que merece reflexión.